Introducción
El cerebro humano es uno de los órganos más complejos y fascinantes del cuerpo. En esta presentación, exploraremos las maravillas de su estructura, funciones y capacidades asombrosas. ¡Acompáñanos en este viaje de descubrimiento!
Estructura del Cerebro
El cerebro está compuesto por diferentes regiones, cada una con funciones específicas. El cerebro se divide en el cerebro cerebelo y el tronco encefálico, y está formado por miles de millones de neuronas interconectadas.
Lóbulo Frontal: Se encuentra en la parte delantera del cerebro y está asociado con funciones ejecutivas, control del movimiento y la toma de decisiones.
Corteza Somatomotora: Ubicada en el lóbulo frontal, controla los movimientos voluntarios del cuerpo.
Corteza Somatosensorial: Situada en el lóbulo parietal, procesa la información sensorial del tacto, la temperatura y el dolor.
Lóbulo Parietal: Está situado en la parte superior y posterior del cerebro, involucrado en la percepción sensorial y la integración de la información sensorial.
Lóbulo Occipital: Se halla en la parte posterior del cerebro y se encarga principalmente del procesamiento visual.
Lóbulo Temporal: Localizado en la parte inferior del cerebro, desempeña un papel crucial en la audición, la memoria y el procesamiento del lenguaje.
Bulbo Raquídeo: Es la parte inferior del tronco cerebral y regula funciones vitales como la respiración, la frecuencia cardíaca y la presión arterial.
Cerebelo: Se encuentra debajo del cerebro y está involucrado en el control del equilibrio, la coordinación motora y algunos aspectos de la cognición.
Médula Espinal: Es una extensión del sistema nervioso central que se extiende desde el cerebro hasta la región lumbar y se encarga de transmitir señales entre el cerebro y el resto del cuerpo, así como de controlar reflejos básicos.
Funciones Cognitivas
Plasticidad Cerebral
La plasticidad cerebral, también conocida como neuroplasticidad, es la capacidad del cerebro para cambiar su estructura y funcionamiento a lo largo de la vida a partir de la interacción con el entorno. Este fenómeno ocurre de manera constante, en tiempo real, e incluso mientras dormimos.
La neuroplasticidad se basa en el modo en el que las neuronas de nuestro sistema nervioso se conectan entre sí. Cada cerebro tiene unos circuitos neuronales especiales y una estructura particular que no se explican por los genes, sino por cómo influye en nosotros lo que sucede a nuestro alrededor.
La plasticidad cerebral puede ser de tres tipos según su origen: sináptico, dendrítico o axonal, y neuronal. La plasticidad por desarrollo se produce por neurogénesis, ontogénesis y apoptosis, la por experiencia por aprendizaje, enriquecimiento o repetición, y la por lesión por ruptura de conexiones.